Sobrevivientes del horror: Vilma Gladys Aoad

VILMA GLADYS AOAD

A Vilma Gladys Aoad la secuestran en el barrio de Mataderos, en la casa de su novio de entonces. La noche anterior la habían ido a buscar a la casa de su madre en José C. Paz -pcia. de Bs. As.- Fuerzas Conjuntas. “Mi hija no está” – les dice su madre a los hombres vestidos de civil – “está en la casa de su novio en Mataderos”, y les brinda la dirección. (…) “Habían copado la manzana de la casa de mi mamá a las 8 de la mañana, se habían apostado en las casas de los alrededores.»

Al día siguiente, a las 17.30hs., su novio y su hermano llegan de trabajar y le dicen a Vilma que hay unos tipos abajo preguntando por ellos. Mientras Vilma escucha atemorizada, el timbre de la puerta rompe el el silencio y esa tensa calma que antecede a horror. Quien baja del departamento del segundo piso es el suegro de Vilma, preguntando “Quién es?”, del otro lado responden a los gritos: “¡Fuerzas Conjuntas, abran la puerta!” , al abrir la puerta ingresan entre 15 y 20 hombres de civil con chalecos antibalas, armas cortas y largas, uno de ellos se acerca a Vilma, la identifica y separan a Jorge (su novio) y al hermano de éste contra la pared. Los dos que dirigen el operativo, uno morocho (“el malo”) y otro de bigotes, alto (“el bueno”), de alrededor de 50 años, mientras que el resto de la patota tendrían aproximadamente entre 20 o 25 años, todos parecían estudiantes universitarios.

Le preguntan a Vilma: “¿Dónde está Osvaldo?” (hacia dos años que se habían separado, habían sido novios durante un período de tiempo). Vilma sabia que a él lo habían secuestardo, porque cuando éste se fugó de “Virrey Cevallos” se dirigió a Jose C. Paz y se encuentra con la madre de Vilma, quien lo encuentra a López “muy desaliñado, muy mal… Hija, ¿por qué no lo llamás o lo vas a ver?”. Pero, Vilma no comprendía por qué motivo habría de ir a ver a Osvaldo si hacía dos años que estaban distanciados…

Vilma le dice a la patota: “Sobre Osvaldo no sé nada, les juro que no sé nada…”.

Aoad no militaba, sólo había distribuido, hasta 1975, publicaciones del PRT (“Partido Revolucionario de los Trabajadores”) en su lugar de trabajo, donde compañeros militaban allí en ese Partido. Un amigo de ella: Osvaldo Rosón (militante del PRT) quien ya estaba en la clandestinidad perseguido por las Tres A, era, a su vez, amigo de Osvaldo López, quienes tenían como amiga en común a Vilma.

(…) “También me preguntaban el grado militar de Osvaldo López, porque él era militar, y yo decía: “Cabo” (en realidad era cabo 1ero, cosa que me enteré en la cárcel de Devoto en 1978)”. López era cabo 1ero de la Fuerza Aérea, de la Base Aérea Militar Mariano Moreno de José C. Paz.

“Yo sabia que a Osvaldo Rosón lo habían matado y que lo habían tirado de los “vuelos de la muerte””.

Finalmente meten a Vilma en un auto y al novio y a su hermano en otro vehículo. Cuando llegan a la esquina, la encapuchan y la tiran al piso del automóvil. Hacen un tramo sobre empedrado. Directamente la llevan al CCDTyE “Virrey Cevallos”. La dejan alojada en la Planta Baja abajo en Cevallos, la sientan en un sillón al lado de un escritorio con una máquina de escribir. A las pocas horas traen al cuñado y a su hermano, a quienes liberan en ese momento. A ella la dejan toda la noche en el sillón esposada en manos y tobillos. A la mañana siguiente la introducen en un vehículo, y escucha una voz potente, como de ultratumba que le dice a otro: “a ésta preparala para la parrilla porque sabe más de lo que dice”. Esto ocurrió el 26 de Julio de 1977.

(…) “El 28 de Julio no me dan de comer ni de beber nada, tirada en un sillón de la Planta Baja y me sacan a empujones, llevándome a otro lugar con 4 radios en distintas emisoras con un volúmen muy fuerte y uno de los tipos me grita: “¡Sacate toda la ropa y sentáte enel piso!”, en ese momento siento los flejes de bronce del eslástico de una cama, me atan los pies y las manos a las puntas con cables, ahí siento la primer descarga eléctrica y me ponen una almohada en la boca para que no se escuchen mis gritos; con lo cual además de la electricidad me ahogaban. Me preguntaban siempre sobre López y yo nunca les dije nada… me dieron dos descargas fuertes más y me quedaron los flejes marcados en la espalda un buen tiempo. Luego, me llevan a una sala, sentándome hacia una pared, ya sin la venda… no podía ver nada, estaba prácticamente ciega por la electricidad de minutos atrás. Los tipos me decían: “Si vos te sentís mal te llamamos a un medico”. Pero yo no veía nada y tenía mucha sed, me decían: “Ya te vas a sentir mejor” –  “¡Pero tengo sed!” –  “Lo que sentñis es por la picana, con las descargas el cuerpo libera glucosa y por eso tenés sed, pero si te damos agua reventás como un sapo”.

Al día siguiente, un hombre de unos 60 años, le dice a Vilma: “Vos te vas a ir de acá, te vas a olvidar de todo lo que viste y oíste, vas a seguir tu vida normal, es más… acá no pasó nada”. La sacan vendada en el asiento trasero de un automóvil a las 22hs. y la dejan en San Miguel.

El 3 de Agosto de ese mismo año vuelven a secuestrarla, esta vez en la casa de su madre:  “’Nos vas a acompañar unas horas’”, me dijeron. Eran los mismos tipos del primer secuestro. “Nos vas a contar lo que pasó en estos días”. Me llevan de nuevo a Virrey Cevallos. Allí me dicen que escriba lo que yo les había contado, como lo conocía a Osvaldo López, etc., en un momento nombraron a una tal LILIANA (secuestrada supuestamente en el mismo ex Centro de Detención), estuve solamente unas horas, cuando me vuelven a vendar para meterme en el piso de otro vehículo y me llevarme hasta  San Miguel, me obligan a subirme a un colectivo y me dicen que me vuelva a mi casa”.

El último secuestro lo sufrió el 5 de Agosto, dos días después del anterior, pero en esta ocasión lo hacen con otra “actitud”, no eran las mismas personas, quienes le dicen: “Nosotros queremos ayudarte, venimos a que nos acompañes, nosotros venimos acá como amigos tuyos; si tenés algún problema nos decís y te vamos a ayudar. Ponete un abrigo y acompañanos, porque sino… te llevamos a la fuerza”. Mientras le dicen a su madre que la vana  trasladar a la Comisaría 46º del barrio de Retiro.

(…) “Me llevaron a cara descubierta, saludaron y entramos, en una oficina que decía: “PROHOGAR”. Allí me pusieron frente a un escritorio, un tipo se quedó al lado mío y al día siguiente llegó un Juez Militar. Le cuento lo que decía siempre sobre Osvaldo López y Rosón, y me responde: “Mire, Ud no puede poner esa declaración”. Entonces, el Juez escribe que Rosón me amenaza de muerte para que yo le presente a López, cosa absolutamente falaz, y así quedó mi declaración. Un día después, el 7 de Agosto, aparecen autoridades de la comisaria y en un cambio de guardia, el comisario se manda y me pide mi nombre y apellido, y los milicos lo increpan gritándole: “¡Vos no podés estar acá, tenés que salir!” Mientras lo sacan a empujones el comisario les grita: “¡Yo no quiero problemas, yo la quiero acá legal, sino se van todos!”.

(…) “Me sacan de la comisaria y vuelven a llevarme a Virrey Cevallos donde me tienen secuestrada hasta el 15 de Agosto, cuando, finalmente me llevan a la cárcel de Devoto, donde estuve hasta 1980, pero recién me reconocen como detenida legal a partir del 17/8/77. Recién reconozco el ex CCDTyE de Virrey Cevallos en 2009”.

 

El reconocimiento de Virrey Cevallos

“Mi mamá vio a Osvaldo López con Miriam Lewin en 2004 en tv cuando estaban por vender La Casa. Ahí le dije a mi mama que ese era el lugar, seguramente donde yo, había estado. En 2009 empiezo a estudiar abogacía, y me ubica por Facebook  Leonardo Surraco, un sociólogo que trabaja en el IEM. Me dice que me ubicaban por Osvaldo López, y me comentan que están buscando a sobrevivientes de Virrey Cevallos”.

(…) “Cuando entré por primera vez empecé a hablar como un loro, no paraba de hablar, muchas cosas estaban igual, por ejemplo el portón”.

Vilma no recuerda el nombre de ningún represor, pero asegura que en Cevallos había un funcionamiento donde había un registro. “Ellos –los militares- tenían registro de todo lo que hacían dentro”. También asegura que nunca vió ni escuchó a otros detenidos en ese ex CCDTyE. Sólo recuerda el nombre del Juez Militar quien le tomó declaración en la Comisaria 46º del barrio de Retiro, se apellida: Rossi.

En la cárcel de Devoto le “dibujan” una causa, y permanece detenida hasta 1980.

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Vilma Aoad

Próxima entrega:  Miriam Lewin

Una respuesta a “Sobrevivientes del horror: Vilma Gladys Aoad

  1. ¿Esta mujer no es la misma que con el cabo Osvaldo López pusieron bombas en los Mirage para que explotaran? ¿No es la misma que lo sedujo y lo llevó a cometer ese delito por el cual fue procesado, condenado y luego liberado e indemnizado por el estado con el gobierno de los K? Sigue el negociado de los DDHH.

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